viernes, 16 de enero de 2015

Ceras

Es el procedimiento más extendido y común, y realizado por manos expertas suele ser muy efectivo. La función de la cera es arrancar el vello sin cortarlo. Esta acción no ataca el bulbo piloso y por lo tanto esto genera un nuevo vello. Sin su producción se va debilitando, retornando con la extirpación reiterada.

CERA CALIENTE: tipo miel o de color casi blanco (cerote), preparado a temperatura de fusión que se aplica sobre la superficie a depilar, este sistema casi no se emplea por su alta temperatura, por lo tanto, implica un riesgo por la quemadura que se pueda producir sobretodo en zonas de piel fina (axilas-cavado-cejas-bozo).

CERA NEGRA: contiene clorofila, se aplica en capas más gruesas y requiere temperaturas elevadas.

CERA VEGETAL: de un color verde oscuro, cuando se derrite, es de un verde más claro al momento de aplicarlo, esta cera es la más suave y segura, porque se trabaja a temperatura del cuerpo (27-30 grados) se coloca a favor del vello con el palote y se retira en contra, utilizando los dedos de la mano.

DEPILATORIOS QUÍMICOS: se presentan en formas de crema, lociones, leches o espumas, tienen la ventaja que se aplican fácilmente, pudiéndose realizar la depilación en pocos minutos, sin embargo estos productos destruyen el vello en forma superficial, porque no llega al bulbo piloso y por su composición química pueden producir reacciones alérgicas o irritar la piel.

JALEAS: se aplican con papeles o tiras engomadas que deben pegarse a la piel, cuidando que permanezcan bien adheridas y pasando unos segundos puede procederse a quitarlas a contrapelo con un tirón seco.